En comparación con otros productos, como podría ser el plástico, se tiende a considerar que el papel, de por sí, es ecológico, puesto que es un material que se puede reciclar y reutilizar dicen que hasta 7 veces (sí, lees bien, el proceso de reciclaje también tiene una vida útil limitada).
Además, en la actualidad la mayoría del papel proviene de plantaciones forestales sostenibles y reguladas, donde se cultivan más árboles conforme se van talando los que ya han crecido. Para eso se creó la certificación SFC, que asegura que el papel proviene de bosques bien gestionados y que la madera se produjo de manera responsable.
No obstante, esto no es suficiente para considerar que el papel sea ecológico.
La definición de ecológico aplicado a un producto o actividad, según la RAE, es:
Ecológico: “Que no es perjudicial para el medio ambiente”.
Partimos de la base de que esta definición se puede considerar excluyente, porque toda actividad humana va a tener factores perjudiciales para el medio ambiente. Para acotar un poco mejor esta palabra, nos referiremos al papel ecológico como aquel en cuyo proceso de producción se han tenido en cuenta criterios de sostenibilidad y de respeto al medio ambiente, con el objetivo de disminuir el impacto ambiental que genera la fabricación del papel tradicional.
Esto es, para que un papel sea ecológico, la empresa que lo produce debe haber invertido esfuerzos en:
- Buscar materias primas sostenibles: celulosa certificada u otras fibras vegetales que no provengan de árboles.
- Reducir las sustancias contaminantes (como blanqueantes y otros químicos).
- Utilizar fuentes de energía renovable.
- Gestionar los residuos y las emisiones contaminantes.
- etc.
Papel reciclado vs. papel ecológico
El papel reciclado es aquel que se fabrica a partir de fibras recuperadas de papel o cartón pre o post-consumo (el primero proviene del guillotinado de otros trabajos anteriores a la venta final del producto, mientras que el segundo es precisamente la recuperación de ese producto, ya usado). Que sea ecológico o no dependerá fundamentalmente de su proceso de fabricación. Por lo general, para la fabricación de papel reciclado se utilizan químicos nocivos para la salud y el medioambiente, por lo que el papel reciclado tradicional se alejaría de ser ecológico.
Además de utilizar papel reciclado sostenible, una opción que está en auge es la utilización de residuos de otras industrias, como puede ser la textil o la agroalimentaria. Así, por un lado se evita la tala de árboles (aunque sea de bosques gestionados) y por el otro, se evita la contaminación que derivaría de la eliminación de los residuos recuperados. Por ejemplo, el papel de caña de azúcar se realiza a partir del residuo que queda tras extraer su jugo. Si no se transformara en papel, este desecho habría que quemarlo (con los efectos que ello conlleva) pero, al usarlo para hacer papel, se evita ese proceso y además se seguiría alargando la vida útil a la caña.
Factores para que el papel sea ecológico
Puesto que el concepto de ecológico es complejo, los siguientes factores son los que tenemos en cuenta en Gazpacho de Letras para su consideración:
- El proceso de fabricación del papel ecológico se hace buscando minimizar el impacto medioambiental lo máximo posible.
- No se usan fibras de origen forestal o que sea reciclado. Las fibras ideales, son las resultantes de los desechos de otras industrias.
- No se añade ningún químico innecesario ni blanqueantes.